La Bagatela, como es conocido, fue, sino el más, uno de los periódicos más relevantes en la Nueva Granada. Sus publicaciones polémicas, su desafiante y seguro redactor Antonio Nariño y el nombre que ya para ese entonces había adquirido, hacía que la gente prestara mucha atención a lo que ahí se publicaba y que las élites apoyaran o refutaran sus diferentes ediciones. Este ensayo, tiene como propósito, analizar 10 de las más importantes publicaciones del periódico que tienen cómo título: Prospecto; Imprenta; Esto se llama Fraternal Advertencia, ó sea primera Amonestación; Pío 7; Congreso; Noticias muy gordas; Contestación de la carta que Don Ramón Liteceus nos dirige en el Argos de Cartagena; Al Criticón de Calamar; Última o penúltima, Bagatela extraordinaria y la Última que se había reservado. Todos estos artículos, hablan sobre diferentes cosas que permitirá tener una idea mucho más clara de lo que eran los periódicos en la Nueva Granada.
Se tiene que empezar por el primer artículo y la primera edición que publicó Antonio Nariño; la edición fue publicada en Santafé el 14 de Julio de 1811 y se titulaba: “EL PROSPECTO”. En esta, Nariño narra una historia que amerita ser contada en esta reseña: “Un Egipcio tocador de Laud soñó que tocaba delante de un Burro. Se dice que por lo pronto no reflexionó sobre este sueño: pero que habiendo pasado a Menfis Antioco Rey de Siria a visitar á su sobrino Tolomeo, este envió á llamar al músico para que divirtiera á su tio. El tal Antioco ni entendía, ni gustaba de música, y así oyó tocar con distracción, y al fin mandó retirar al músico. Bien había yo soñado, dixo el músico al salir, que tocaria delante de un Burro.” Con este pequeño cuentecillo, Nariño busca dejar claro, que todos los errores que se cometan de aquí en adelante del periódico, serán por la ignorancia del lector, no por la incompetencia del que escribe. Quitándose así de encima toda culpa que pueda recaer en él más adelante y haciendo también un adelanto previo de lo polémico que iba a ser el periódico.
Después de haber publicado el primer artículo, Nariño publicó, en su segunda edición, el 21 de Julio de 1811 un Artículo llamado “IMPRENTA”. No es raro que, por lo “atrevido” que era este periódico, que Nariño tocara en apenas su segunda edición, un tema tan candente como el de la Imprenta. Nariño, en este artículo, empieza citando unas cuantas leyes de la Constitución de la época para luego afirmar de cierto modo que de ningún modo se estaban cumpliendo. Empieza citando el título 1, artículo 1, el párrafo 16 de la constitución donde se afirma que cualquier persona tiene garantizados los sagrados derechos de la Religión, propiedad y libertad individual y la de la Imprenta. Más adelante, cita el título 6, artículo 1, párrafo 17 de la misma constitución en el que se afirma que ninguna persona podrá exigir contribuciones públicas por ningún motivo. Al finalizar este artículo, se afirma que estas leyes no se estaban cumpliendo y que de nada servía tenerlas si no se iban a cumplir. En este artículo, se ratifica una vez más que Nariño siempre decía sincera y claramente lo que pensaba.
“ESTO SE LLAMA FRATERNAL ADVERTENCIA, O SEA PRIMERA AMONESTACIÓN”. Cuando se empieza a leer este artículo, se nota lo alarmante que eran estas palabras. Sólo con leerlo se genera en cada persona un sentimiento de ira y revolución, el cual, sólo Nariño podía crear. Este artículo fue publicado el 11 de Agosto de 1811. Nariño afirma que hay dos diccionarios: uno para América y otro para Europa. Cada uno de estos diccionarios tenía diferentes significados para algunas palabras que podían cambiar la mentalidad de la gente. En el europeo, libertad e independencia eran virtudes, en el americano eran insurrección y crimen. En el de allá la libertad de comercio es un derecho de la Nación, mientras que acá era una injusticia contra los comerciantes de Cádiz. Así, Nariño relata la injusticia que se estaba cometiendo contra los americanos, por eso, el título de advertencia o de primera Amonestación.
El 18 de Agosto de 1811, Nariño publicó un artículo especial sobre el Santísimo Padre el Papa Pio 7. En esta, hace alusión al silencio y a la incertidumbre en la que se hallaba el pueblo por la suerte del Papa. Por esto, publicó un decreto de Napoleón en el que habla de la prohibición de publicar el Breve del Papa dado en Sabona el 30 de Noviembre de 1810. El que lo haga, sería castigado según el artículo 91 del código de delitos y penas. Se muestra así mismo, que Nariño no sólo escribía de política sino también de temas eclesiásticos.
En el artículo llamado “CONGRESO”, publicado el 15 de Septiembre de 1811, Nariño habla de las reuniones diarias que tienen los Representantes de las Provincias para el Congreso. En estas reuniones se trataban los puntos preliminares que son: Si el congreso se debe hacer en Santafé, si se debe reconocer a la Regencia de España y si debe ser el sistema de gobierno puramente federal. Nariño plantea una duda que para la época, era bien importante. ¿Es este Congreso una continuación del anterior o es este uno totalmente nuevo? Si es una continuación, las personas que ingresan deberían hacer el juramento que los que ya estaban habían hecho, pero si era uno nuevo, debe comenzar por instalarse para que se conforme el congreso. Para ese entonces, el tema más candente y de más relevancia era la conformación del Estado. ¿Iba a ser este Federalista o Centralista? Era un tema que se iba a discutir en estas reuniones diarias y al que Nariño, en sus publicaciones, hacía gran alusión. Ratificando nuevamente su gran interés por la política y también en que la gente conociera lo que estaba pasando en la región.
“Nos hallamos amenazados por tres puntos. Por Cartagena se confirman las noticias de que el Virey Benito Perez, no es a Panamá, sino á Santa Marta que viene con la Audiencia antigua de Santafé. Talledo ha fugado para SANTA Marta con su familia, y seis mil pesos que le había confiado el Gobierno de Cartagena para la composición del Dique”.
Así empieza Nariño el artículo llamado “NOTICIAS MUY GORDAS”. Llama la atención el tono con el que narra: un tono supremamente alarmante y amenazante. Cualquier persona que lea ese artículo y empiece leyendo algo tan amenazante, se alarmaría instantáneamente. Es decir, si hoy en día, algún periódico empezara su edición con una oración como esa, una parte de la ciudad, seguramente entraría en pánico. Más en ese entonces donde el papel que desempeñaban los periódicos era tan relevante. En el resto del artículo, Nariño reata las difíciles situaciones que se estaban viviendo en cada rincón de la zona. Los debates políticos, los vacíos de poderes, todo eso, según Nariño, hacen que la región se vea inmersa en un caos que no hace otra cosa más que separarnos.
“CONTESTACIÓN DE LA CARTA QUE DON RAMÓN LITECEUS NOS DIRIGE EN EL ARGOS DE CARTAGENA” y “AL CRITICÓN DE CALAMAR”, publicados el 6 de Octubre y el 20 de Octubre de 1811 respectivamente, son muestra de lo candente que era el tema de los periódicos de la época. Nariño recibió, durante la existencia de La Bagatela, críticas de otros escritores de otros periódicos. Estos dos artículos fueron hechos en respuestas a algunas de esas críticas que recibió. Las dos, naturalmente, con tonos desafiantes y retadores que era lo que caracterizaba a Nariño. Estos dos artículos son muestra de lo competitivos que eran los periódicos en esa época. La competencia entre los periódicos del interior y de la Costa Atlántica era notable. En especial entre el Argos Americano y La Bagatela. Esta competitividad, tampoco colaboraba a que la sociedad se pusiera de acuerdo, más bien, hacía que el ambiente de lucha y de repudio entre todos, creciera cada día más.
Nariño, percatándose de que el cierre de su periódico, por razones más que todo económicas, estaba cerca, decidió publicar en sus dos últimas ediciones, dos artículos llamados: “ÚLTIMA O PENÚLTIMA, BAGATELA EXTRAORDINARIA” y “LA ÚLTIMA QUE SE HABÍA RESERVADO”. Las críticas que recibía Nariño frecuentemente por parte del sobrino de Montalván hicieron que Nariño se hiciera a un lado y les exigiera a ellos, los Montalván, que crearan un periódico bueno, con una lista de suscriptores igual o mejor que la que él tenía. Así lo narra Nariño en su penúltima edición:”Pues ahora bien, yo me doy por vencido, y y digo con el tal Sobrino de su Tio, que la Bagatela es mala, malísima, impolítica y heretica; voy a dexarla para siempre, pero con una condición: que el Sobrino y su Tio se encarguen de darnos otro papel periódico, que sea bueno, buenísimo, político y santo, y que en prueba de que tiene todas estas qualidades presenten una lista de Subscriptores, y una cuenta como la que yo te acompaño. Si su venta excede a la de la Bagatela, ganaron gallo, y si lo contrario sería querernos hacer creer que la opinión de un despreciable avechucho, que solo sabe decir desvergüenzas y dicterios personales, debía prevalecer contra la opinión pública.” Así, se despide Nariño de sus 116 subscriptores que lo seguían fielmente. Poco a poco, críticas de muchos periódicos, en especial del “Montalván” hicieron que La Bagatela perdiera su fuerza y así llegar a publicar el 12 de Abril de 1812, su última edición.
Después de este análisis hecho a unos de los artículos más importantes publicados por Nariño en la Nueva Granda, queda más claro que se encontraba en este periódico. Además de ser político y esmerarse mucho por tratar estos temas, también hablaba de otras cosas que en la época eran relevantes. Nariño, por hablar de temas políticos, no dejó de lado nunca las demás cosas que sucedían en la época como la Iglesia y otras noticias que le importaban a la gente. Lamentablemente el periódico desapareció. Nadie sabe qué habría pasado con este periódico si Nariño no lo hubiera cerrado, tal vez constituiría hoy en día uno de los periódicos más importantes de la actualidad o tal vez no. Lo que se puede afirmar con seguridad es que gracias a esta clase de periódicos es que el periodismo colombiano siempre ha sido y sigue siendo más que todo periodismo político. Estos temas, desde la época, eran los que más le competían a la gente, y hoy en día también.
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