Tras varios gritos de independencia, la patria boba fue un periodo inestable comprendido entre los años 1810 a 1816, que estuvo caracterizado por los conflictos internos que se dieron debido al choque de diversas opiniones acerca de la forma en la que se debía organizar el nuevo gobierno; así mismo, fueron persistentes las contiendas entre los centralistas y los federalistas y estos al mismo tiempo en contra de los realistas. Tras el vacío que había quedado por la expulsión de los españoles, las élites no se ponían de acuerdo en la forma de poder que debía instaurarse.
Durante cinco años de este periodo, las provincias del antiguo Nuevo Reino de Granada, proclamaban sus autoridades, las aldeas tenían cada una su Junta independiente y la palabra federalismo se convirtió en la doctrina de la impotencia.
A finales de 1810, paralelamente al esfuerzo de Cundinamarca, surgieron otras constituciones en centros urbanos como Mariquita, Cartagena, Neiva, Antioquia y Tunja.
Cartagena, Casanare, Popayán, Tunja y Antioquia mandaron representantes al Congreso de las Provincias Unidas; este fue el primer grupo que avanzó democráticamente.
Cartagena, Casanare, Popayán, Tunja y Antioquia mandaron representantes al Congreso de las Provincias Unidas; este fue el primer grupo que avanzó democráticamente.
En marzo de 1811, en Santa Fe de Bogotá, se estableció la que podría llamarse la primera Asamblea Nacional Constituyente y Congreso a la vez, conocida con el nombre de Colegio Electoral Constituyente del Estado de Cundinamarca. Esta asamblea, debido a la discordia entre federalistas y centralistas, con gran esfuerzo, promulgó la primera constitución, basada en la de los Estados Unidos: la Constitución del estado de Cundinamarca.
Jorge Tadeo Lozano fue nombrado como el segundo jefe de estado por un periodo de tres años, por ésta asamblea-congreso. No obstante debido a desacuerdos, fue sustituido el 19 de septiembre de 1811 por Antonio Nariño.
Jorge Tadeo Lozano fue nombrado como el segundo jefe de estado por un periodo de tres años, por ésta asamblea-congreso. No obstante debido a desacuerdos, fue sustituido el 19 de septiembre de 1811 por Antonio Nariño.
En Noviembre quedó oficialmente establecida la primera pequeña república: Provincias Unidas de la Nueva Granada y en Diciembre Don Pedro Groot fue nombrado como presidente temporal y al día siguiente fue Antonio Nariño como presidente interino.
Enmarcado en este contexto, uno de los precursores de la Independencia, Don Antonio Nariño, fundó el 14 de Julio de 1811, el semanario “La Bagatela”, que fue publicada por la imprenta de Bruno Espinosa de los Monteros y llegó a los 38 números hasta el año de 1812.
Debido a la traducción de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, Antonio Nariño fue condenado a prisión en 1794 y salió con libertad condicional en 1803 y permaneció libre hasta 1809 cuando fue condenado nuevamente y sale cuando la Independencia es proclamada. Cuando regresa, incursiona rápidamente en los cuerpos colegiados y con esto entra en el debate público y se enfoca en los alcances que tiene la independencia y en las formas de gobierno que se debían establecer.
Antonio Nariño creía con vehemencia en que se debía conformar un único gobierno central fuerte y en que se debía luchar por la libertad absoluta; por eso es característico de sus escritos temas como el centralismo y la unidad nacional. El gobierno central suponía la más apropiada alternativa de organización y la única forma de impedir una posible reconquista en la República Granadina; por lo tanto Nariño se dedicó a convencer con sus ideales a los ciudadanos, a través del periodismo político que, en el Reino de la Nueva Granada, fue un medio sumamente importante para la difusión de las ideas republicanas y democráticas.
En la Bagatela, un periódico satírico y político, se rendía culto a la libertad, se defendía al centralismo y criticaba y argumentaba porqué iba en contra de las ideas federalistas defendidas por Don Jorge Tadeo Lozano; Nariño, reiteraba la importancia de las razones de la independencia y la legitimación de ésta. Así mismo, criticaba a la Constitución monárquica en la cual se reconocía a Fernando VII como soberano y también defendió fuertemente a la libertad de imprenta e hizo énfasis en los peligros que suponía la falta de unión entre los patriotas, ante una posible reconquista española, por eso hacía un llamado urgente a la necesidad de una unión entre todas las provincias.
En la época de la Nueva Granada, la duración de vida de los periódicos estaba estrechamente ligada a la cantidad de suscriptores que este tenía ya que, para ese entonces, la imprenta era sumamente costosa; por lo anterior, muy pocos periódicos podían durar varios años en circulación, porque la cantidad de lectores era muy escasa.
Hubo algunos periódicos que recibían ayudas del estado porque estaban a favor de ellos y les convenía lo que éstos publicaban. No obstante, la Bagatela no contó con esta clase de beneficios.
Hubo algunos periódicos que recibían ayudas del estado porque estaban a favor de ellos y les convenía lo que éstos publicaban. No obstante, la Bagatela no contó con esta clase de beneficios.
Además de lo complicado que era conseguir suscriptores por las implicaciones económicas, debido a la falta de desarrollo de la imprenta, los periódicos no contaban con una diagramación moderna. El formato de La Bagatela era completamente arcaico, esto quiere decir que era un texto de corrido que no tenía interlineados ni espacios entre los párrafos, tal como se puede observar en las fotografías, conjuntamente el texto no contaba con columnas. La estructura se basaba en la utilización de una sola columna para todo el texto, lo cual hacía que el texto pudiese aburrir y agotar a quien lo leía después de haber leído un determinado número de palabras.
El privilegio de poder leer este periódico semanalmente, lo tuvieron únicamente 116 personas que, al final, no bastaron para darle a este periódico una duración de vida más larga. El domingo 12 de Abril de 1812, Nariño publicó la última edición de la Bagatela donde se despedía de sus lectores ya que las constantes críticas que “La Bagatela” recibía por parte de periódicos como “El Argos Americano”, “El Efímero” y “El Montalbán” hicieron que poco a poco este periódico fuera perdiendo fuerza, hasta el punto en el que tuvo que salir de circulación.
La Bagatela se caracterizó por ser uno de los periódicos políticos más importantes de la época gracias a su constante búsqueda de nuevas opiniones del pueblo sobre los temas en los cuales se enfatizaban las discusiones en ese momento: libertad de imprenta, modo de gobierno, entre otros temas.
El proceso de suscriptores a este periódico se dio de dos maneras en particular; el primero era por medio de las tertulias en las que se discutían los temas políticos. En estas, mucha gente se interesaba por los temas y por eso decidían suscribirse; por otro lado, la gente que no era de la capital, se suscribía por medio de los correos de la época, le hacían saber a Antonio Nariño que estaban interesados y él, después de recibir el dinero del costo de la suscripción, los incluía en su lista de suscritos. Por su alto costo, que era de 1 real, moneda del Nuevo Reino de Granada, sólo personas con buen nivel social y económico que pudieran pagar el costo de la suscripción al periódico, lo podían leer todas las semanas. Sin embargo, Nariño tuvo en cuenta que, a pesar de que sus suscriptores eran únicamente personas con buen nivel económico que tuviera recursos económicos y que sabían leer, se debía encontrar la forma de difundir al pueblo, que en su mayoría era analfabeta, las ideas de La Bagatela, ya que el apoyo de la gente del pueblo era fundamental para poder implantar un sistema de gobierno centralista. Por lo tanto, La Bagatela circulaba en una cultura mayormente oral, gestual y de imágenes, es decir, su lectura no se redujo únicamente a quienes saben leer ni a sus 116 suscriptores; ésta fue muchas veces leída en voz alta, con mucha vehemencia, en las plazas de los pueblos, en las denominadas lecturas colectivas, lo cual generó muchas clases de sentimientos en la gente que hacia parte de estas lecturas: algunos se alineaban mientras que otros la rechazaban. He aquí un pequeño fragmento de un artículo de La Bagatela llamado "La Imprenta": En el tít.1. art 1. parag. 16. de la Constitución se dice: El Gobierno garantiza a todo ciudadano los sagrados derechos de la Religión, propiedad y libertad individual y la de la Imprenta...exceptoandose de estas reglas generales los escritos obscenos y los que ofenden al dogmas los quales con todo eso, y aunque parezcan tener estas notas, no se podrán recoger, ni condenar sin que sea oído el Autor" . Con esta clase de artículos, se cumplió el objetivo de Nariño: conseguir que la gente se interesara por lo que estaba pasando en la Nueva Granada y fuera capaz de construir sus propios juicios valorativos especialmente acerca de temas políticos.
La Bagatela se caracterizó por ser uno de los periódicos políticos más importantes de la época gracias a su constante búsqueda de nuevas opiniones del pueblo sobre los temas en los cuales se enfatizaban las discusiones en ese momento: libertad de imprenta, modo de gobierno, entre otros temas.
El proceso de suscriptores a este periódico se dio de dos maneras en particular; el primero era por medio de las tertulias en las que se discutían los temas políticos. En estas, mucha gente se interesaba por los temas y por eso decidían suscribirse; por otro lado, la gente que no era de la capital, se suscribía por medio de los correos de la época, le hacían saber a Antonio Nariño que estaban interesados y él, después de recibir el dinero del costo de la suscripción, los incluía en su lista de suscritos. Por su alto costo, que era de 1 real, moneda del Nuevo Reino de Granada, sólo personas con buen nivel social y económico que pudieran pagar el costo de la suscripción al periódico, lo podían leer todas las semanas. Sin embargo, Nariño tuvo en cuenta que, a pesar de que sus suscriptores eran únicamente personas con buen nivel económico que tuviera recursos económicos y que sabían leer, se debía encontrar la forma de difundir al pueblo, que en su mayoría era analfabeta, las ideas de La Bagatela, ya que el apoyo de la gente del pueblo era fundamental para poder implantar un sistema de gobierno centralista. Por lo tanto, La Bagatela circulaba en una cultura mayormente oral, gestual y de imágenes, es decir, su lectura no se redujo únicamente a quienes saben leer ni a sus 116 suscriptores; ésta fue muchas veces leída en voz alta, con mucha vehemencia, en las plazas de los pueblos, en las denominadas lecturas colectivas, lo cual generó muchas clases de sentimientos en la gente que hacia parte de estas lecturas: algunos se alineaban mientras que otros la rechazaban. He aquí un pequeño fragmento de un artículo de La Bagatela llamado "La Imprenta": En el tít.1. art 1. parag. 16. de la Constitución se dice: El Gobierno garantiza a todo ciudadano los sagrados derechos de la Religión, propiedad y libertad individual y la de la Imprenta...exceptoandose de estas reglas generales los escritos obscenos y los que ofenden al dogmas los quales con todo eso, y aunque parezcan tener estas notas, no se podrán recoger, ni condenar sin que sea oído el Autor" . Con esta clase de artículos, se cumplió el objetivo de Nariño: conseguir que la gente se interesara por lo que estaba pasando en la Nueva Granada y fuera capaz de construir sus propios juicios valorativos especialmente acerca de temas políticos.
Sin duda, La Bagatela fue uno de los periódicos políticos más importantes de la época, más que todo para el proceso de la Independencia, no sólo por la profunda interpretación que Nariño hacía a cerca de la realidad del país y sobre la advertencia de una inminente posibilidad de una reconquista española, sino porque de la polémica, el sarcasmo, el dialogo, la crítica y la ironía, logró que las gentes de esa época comprendieran que era lo que sucedía, debatieran y opinaran y que de alguna forma pudieran alinearse en uno u otro bando. En últimas, a consideración propia, lo más importante de La Bagatela, fue la posibilidad de crear opinión pública.